Regalo virtual para los que sufren dolores de alma... |
Los dolores del cuerpo pueden ser terriblemente fuertes, intensos e indomables. Muy difíciles de soportar, tanto que hasta pueden hacer que perdamos la consciencia.
Pero aún así, nunca son comparables a los dolores del alma. No existen en los hospitales Unidades del dolor que puedan paliarlos.
La ayuda externa, tan generosa, no puede sino "distraerlos" durante una brevedad de tiempo que no se mide con un reloj.... Instantes de abrazos, palmadas en la espalda o palabras que oímos sin escuchar..
A las heridas sangrantes acuden hasta las moscas, son como un imán. Aunque quien las padezca sea un completo desconocido.
En cambio, a las heridas del alma no se acerca casi nadie, primero porque son mudas, discretas cuando no inconfesables, y después, porque son pocos los que quieren compartirlas. Aunque quien las padezca sea un amigo.
El miedo a las heridas del alma es terrible, porque de vez en cuando sangran. Nunca terminan por curarse del todo.
Para quien rece a su Dios o a sus dioses, que suplique memoria de pez para estos dolores.
De los otros, se encarga la ciencia.
Son heridas invisibles, y por lo tanto, casi imposibles de curar.
ResponderEliminarHola querida amiga es precioso lo que has escrito y muy real así es las heridas del alma nadie las cura y se llevan por siempre hasta que partimos de este mundo, a sido muy grato volver a leerte amiga ya tengo mi computadora bien lo malo es que ahora tengo cada día menos tiempo, mi padre de absorbe todo mi tiempo y por la noche estoy tan rendida que no tengo ánimos para nada, gracias por todo querida espero que tu estés muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande que tengas un lindo fin de semana, amiga mía.
Difícil superar la forma como lo has expresado... Un beso, Campanilla. Y gracias en nombre de los "usuarios".
ResponderEliminarMuchas gracias por el obsequio de flores. Tu escrito, muy bello y profundo, como un lago secreto del corazón. Eres sabia cuando afirmas que no todo lo trata la ciencia. sabes que existe el alma. ¿Quién será capaz de revelarme el corazón bueno de dios?
ResponderEliminarQuerida amiga es muy cierto lo que dices, ningún dolor parece más terrible que el dolor del alma. Es muy difícil superarlo, quizás nunca se logra en un cien por ciento, finalmente sólo se aprende a vivir con él....
ResponderEliminarY bueno, aunque la ayuda externa distraiga ese dolor por un breve tiempo pienso que siempre viene muy bien. Nunca está de más esa palabra cariñosa o ese abrazo sincero de quienes nos quieren.
Te dejo un abrazo inmenso!!
Los dolores del alma son insufribles. Los físicos no se pueden resistir y yo tengo un umbral muy bajo para el dolor.
ResponderEliminarHe sufrido mucho con esos dolores que la medicina no cura y que la única solución es el tiempo. El tiempo sí que lo cura todo. Un beso
Los dolores del alma son insufribles. Los físicos no se pueden resistir y yo tengo un umbral muy bajo para el dolor.
ResponderEliminarHe sufrido mucho con esos dolores que la medicina no cura y que la única solución es el tiempo. El tiempo sí que lo cura todo. Un beso
Hola Campanilla!
ResponderEliminarEsos dolores son los más duros y persistentes, pues no existen analgésicos que puedan aliviarlos... Sólo el tiempo y alguna nueva ilusión...
Beso grande!!
RoB
Esas heridas están en territorios invisibles que pocos comprenden desde fuera, aunque se lean en los ojos.
ResponderEliminarBesos.
Difíciles de cicatrizar, pero sí cicatrizan, afrontándolos con la suficiente atención, hasta llegar a la fibra sana, que te permita la regeneración. Mientras se evaden esas heridas siguen sangrantes y sangran inoportunamente. Por eso hay que afrontar lo que provoca el sufrimiento.
ResponderEliminarEspero que no te encuentres sufriendo y si sí... dímelo y te ayudo a sanar.
Besos.
Ay las heridas del ALMA, Campanilla...
ResponderEliminarbesos mil
maite
Estoy de acuerdo contigo, y el alma sangra demasiado en ocasiones...queda la cicatriz y cuando vienen malos vientos duele...
ResponderEliminarUn abrazo
que real acá tenemos una anécdota de Borges( escritor) cuando lo abandona su gran amor era tan intenso el dolor que sentía, que aprovecho para ir al dentista al cual le tenia pánico. Sabia que en ese preciso instante el dolor corporal no significaba nada.
ResponderEliminarMuchos besos Campanilla para esas heridas del alma que yo quiero compartir contigo siempre....
ResponderEliminar¡¡¡Cuanta razón llevas...¡¡¡¡
Las heridas del alma nunca terminan de cicatrizar del todo, siempre hay un pequeño resquicio que nos lo recuerda de vez en cuano, aunque quiza el dolor nos haga saber que nos encontramos vivos.
ResponderEliminarun besote
clin...clin...clin.¿hay alguien en casa?
ResponderEliminarte deseo feliz semana con mucha simpatia y cariño
besossssssssssssssssssss
Marina
La enfermedad del alma solo la cura el tiempo, cerrandole el paso para que no siga desarrollándose...
Ya que se oculta tras la sombra invisible de la soledd...
***
Lo más bonito es la aurora de la mañana
Y tu amistad el mejor regalo
Que podía encontrar.
Es un privilegio
Que llenan mis bolsillos de estrellas
Y los ojos se visten de acuarelas.
Un abrazo soñando
Y un beso reposando
a tu lado.
María del Carmen
Hola Campanilla: ¡Protesto! si de las heridas físicas las curan enfermeros y médicos, de las del alma, las curan sacerdotes y psicólogos. Aunque obvio, la persona doliente tiene que poner de si y querer sanar.
ResponderEliminarMuchas veces se teme enfrentarse al dolor, sumirse en él para luego poder superarlo y trascenderlo. Cuando ésto sucede, queda atascado no solo en el alma, también en el cuerpo.
Un beso y muy buena semana, Campanilla.
Pd- ¡¡Me encanta tu nueva decoración del blog!! Este color aguamarina, me chifla. Además los textos se leen mucho más fácil que en el diseño anterior. Disculpa mi tardanza en venir a visitarte, se me había traspapelado tu blog. Ahora lo tengo nuevamente enganchado al mio. Otro Beso.
ResponderEliminar