"Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez". Juan XXIII.
Hoy en día nos resulta difícil encontrar momentos de soledad, de quietud... La actividad frenética es quien manda.
Pero es imposible encontrarnos a nosotros mismos en la vorágine. Sólo el silencio puede acercarnos a nuestro "yo".
Para lograr una serenidad enriquecedora, nada mejor que huir de los conflictos. No hallaremos paz interior si vivimos con una armadura y un escudo permanentemente puestos.
¡Qué difícil no permitir que nos atrapen las emociones externas... ¡
Aunque supongo que tan difícil como otras tantas cosas: Dejar de fumar, hacer una dieta como Dios manda, intentar aprobar asignaturas pendientes...
Conseguir la serenidad es una tarea laboriosa, pero que mejorará nuestra calidad de vida.
¡Ojo! No hay que confundirla con la indiferencia, la ignorancia o la complacencia. Ni con una actitud de espera a que las cosas cambien o mejoren solas.
La serenidad es la virtud que nos acercará a todas esas cosas de las que no "pasamos", pero tomándonos nuestro tiempo, con calma.
La serenidad nos hará disfrutar de la vida, sobre todo si la aderezamos con un toque de esperanza.
La modernidad nos ha hecho creer que no podemos estar un minuto sin hacer nada, simplemente disfrutando de los que tenemos alrededor. Un poco de paz y quietud de vez en cuando no viene mal.
ResponderEliminarA veces es difícil mantenerla, pero tenemos que hacer un esfuerzo grande, porque de uno en uno vamos cambiando el rumbo de este mundo convulsionado, con nuestras actitudes. Es muy imporetante nunca olviarlo, querida amiga voladora y muy dulce.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
es verdad la serenidad es la puerta a los buenos sentimientos y fruto del equilibrio interior...
ResponderEliminarsaludos
En la vida no se llega antes al final por correr más. Hay tiempo para disfrutar de la paz, hay silencio, solo hay que buscar, pero con tranquilidad, como tu dices.
ResponderEliminarbssoss
tu nuevo seguidor
Spaghetti.
Totalmente de acuerdo. La serenidad es la que nos da la perspectiva para contemplar las situaciones y resolverlas en el momento adecuado, no antes. Cuando la persona está en un estado mental de paz interior, la magia se despliega en su vida con mayor facilidad
ResponderEliminarAsi es,amiga.La serenidad no es indiferencia,ni ignorancia...Es ser consciente de lo que nos rodea y actuar desde la buena voluntad,la calma y la esperanza de que todo se resuelva...
ResponderEliminarMe encanta la máxima de Juan XXIII...Poco a poco y con buena letra todo sale adelante.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso,compañera.
Feliz domingo.
M.Jesús
La serenidad del alma, es lo que se necesita para vivir en paz, confiando en Dios y dando lo mejor de uno mismo. Tu escrito es definitivamente hermoso. Un abrazo,
ResponderEliminarQue buenos consejos y con cuanto amor nos los brindas a tus seguidores. Recibe un beso y un fuerte, fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn blog hermoso, te felicito.
ResponderEliminarBesitos de jazmines.
Cuanto me alegra leerte de nuevo
ResponderEliminarEstuve unos dias fuera, ya he vuelto.
La serenidad...esa extraña compañera que no sabemos valorar...y es que no nos enseñan y eso hay queaprenderlo...y asi nos va mi niña
Besos
Como siempre tus letras están cargadas de razón. La serenidad es un tanto escurridiza.
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno tu texto
ResponderEliminarbesos