miércoles, 7 de diciembre de 2011
Huir sin demora
Hay que huir como correcaminos del coyote, en muchas situaciones adversas. Y no me refiero a aquellas en las que peligra nuestra integridad física, porque está claro que hay que correr cuando nos persigue un toro.
Hablo de las huídas que hay que emprender cuando lo que está pendiendo de un hilo es nuestra integridad mental o emocional.
De la oratoria elocuente del conocido que nos espera agazapado en la esquina, para relatarnos con detalle, toda clase de desgracias en las que se ha visto envuelta su familia tercera o cuarta. Con detalles escabrosos incluidos.
De la compañía pesimista del viajero del tranvía, que nos explica con gran vehemencia lo horriblemente mal que está la situación en el país, y lo que tiene que venir todavía..
Del que espera junto a nosotros en la consulta del doctor y todo lo que a él le operaron salió tan mal, que por muy poquito no estamos hablando con un cadaver resucitado.
De la madre del compañero de tu hijo, para la que todos los profesores del cole están sacados de "la casa de los horrores", por lo que hay que pedir plaza en otra escuela, a la mayor brevedad.
De la señora, que con toda su buena intención, y convencida de que está salvando almas, llama a tu puerta con una revista en la que se anuncian algo peor que las siete plagas de Egipto, si no nos volvemos buenos hoy mismo.
De las suegras que te recomiendan con ahinco que arropes a su hijo por la noche, porque es muy propenso a los resfriados...e ignoran que tú llevas las dos piernas y un brazo escayolados. De las "amigas" que te recuerdan a cada rato lo desmejorada que estás "con lo mona que eras".
De los programas de tv en los que chillan, se insultan, se humillan y reconocen no ser hijos de su madre por dinero.
De los adictos al trabajo que no comprenden la existencia de personas que "gozan" de jornada continua e incluso libran dos días a la semana.
De los que te recuerdan que a tu niño le va a dar un corte de digestión, porque no han pasado dos horas desde que merendó, de los que sacan a relucir fantasmas desagradables del pasado, de los tacaños, de los miserables, de los que nunca se quitan las gafas de sol (ni en lugares oscuros),de los que olvidan felicitarte en tu cumpleaños,de los intolerantes, de los entrometidos, de los criticones, de los vengativos, de los meapilas, de los........................
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!Sálvese quien puedaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
ResponderEliminar¿de los que se quejan de todos?
ResponderEliminarNo, no, es broma:al menos con tu forma de quejarte puedo sonreir.
Gracias por tu visita.
Y dónde nos metemos? Si huímos de todos esa personas o cosas qué nos queda? madre mía!!! Y si somos nosotros alguna vez, alguna cosa de esas de las que huir, ¿a dónde vamos?' De momento he llegado hasta aquí, si ves algún vecino cascarrabias, avisame por favor, para irme a cualquier parte.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Si tuviéramos que huir de todos ellos, no nos quedaría resquicio en el mundo dónde escondernos :)
ResponderEliminarPor una de esas cosas que nunca entenderé, yo soy de esas personas a la que "todos" se acercan para contarle sus cosas, no importa que sea en el autobús y que no conozcan ni siquiera mi nombre, más parezco un cura confesor que una persona común y corriente. Y de verdad que a veces trato de huir, pero claro, no me puedo tirar del autobús, jajajajaja
Lo único que no me importa es que se olviden de mi cumpleaños ¡yo no me acuerdo de ninguno! :)
Besotes, Campanilla.
No me quejo de ellos, simplemente, huyo de ellos y corro hacia otros que generan en mi pensamientos y actitudes positivas... La vida es tan corta, que si nos rodeamos de pesimistas o malpensados, igual echamos a perder esos cuatro días.
ResponderEliminarAmiga Encarni: No creas que no trato de no ser de ningún tipo de esos... Y lo trabajo día a día para que así sea. De todas formas, uno de mis palabras favoritas es perdón, por lo que aunque huya para no contagiarme, no guardo rencor a nadie. Los rencores se traducen en tumores. Besos.
ResponderEliminarPara Liliana: Pues aunque pocos, todavía quedan en el mundo lugares donde esconderse, no creas. Y el principal es nuestro propio interior. Como ya dije en otra entrada, es útil tener piel de foca, para que todo nos resbale. Besitos.
ResponderEliminarCampanilla, me ha encantado tu texto, tan directo y hasta en metáfora... Muchos son los que se quejan cuando ya quisieran cerca y lejos tener lo que otros tienen, por circunstancias, me he quedado con muy poquito, pero cuántos hay que no tien nada y duermen bajo el cielo!...
ResponderEliminarOtros como si de un juego se tratarse se mofan, pero alguna vez, por comportarse así, les va a tocar sufrir, estoy segura.
Hoy tengo una entrada "Mi interior", lo mismo te apetece leerla, de no poder nada pasa.
Voy a seguirte, soy una pluma y una pluma con un bloc de notas, pero por ahí no llegas a mi blog.
Tengo que leer, varios de tus textos, he leído de refilón y tienen mucho de tu interior, tenías razón en mi blog de tu comentario.
Gracias mi niña.
un beso
maite
Gracias Maite. No sabes cómo agradezco tus palabras. Ojalá leas otras de mis entradas, que son mejores que ésta. Y no olvides que los que se mofan, tienen que tener cuidado con el efecto boomerang.... Pasa un buen día. Besos.
ResponderEliminarGracias por tus elogios, me animan a seguir aquí, haciendo amigos, gente que de una u otra manera, es afín a nosotros. Ya soy seguidora de ligerodeequipaje, es precioso. Saludos.
ResponderEliminarCampanilla, muchas gracias, tus dos comentarios, sí están, lo que sucede, es que los tengo que aprobar.
ResponderEliminarun beso grande, preciosa...
P.D. Antes de cuando en cuando escribía textos de reflexión, ahora más poemas y, tengo cuentos, pero a saber dónde los tengo, algunos porque,los he guardado.
El Correcaminos, al huir, maneja a su antojo al Coyote. A mí, de niño, quien me daba pena era el pobre Coyote.
ResponderEliminarDevuelvo tu amable visita a La Acequia, en la que espero hallarte siempre que lo desees.
También yo era defensora de los indios, aunque en las pelis fueran siempre "los malos". Con el tiempo, te das cuenta de que nada es lo que parece...Besos.
ResponderEliminarHay que huir de los que se quejan siempre, y ven todo con los cristales empañados de lluvia. Desprenden negatividad.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog asì que me quedo un ratillo en tu espacio.
Un besito desde Venecia Campanillita
Chusa
Gracias Chusa, ha sido un placer conocerte. Besos y enhorabuena por vivir en esa mágica ciudad. Besos.
ResponderEliminarprobando, probando...
ResponderEliminarpor fin me deja comentar en tu blog, yo creo que era el ordenador...!!! Te envie un correo y todo, pero me dio error, como si ese dirección electrónica ya no funcionase.
te quería decir ayer que me había gustado mucho el post, y que yo no huyo de esta gente pero sí que desconecto cuando me encuentro con alguna, paso de malos rollos.
Ay Carmencica, no sabes lo que me cuesta a mí comentaros algo, esto es un lío. Gracias por acordarte de mi blog. Lo mejor de todo es lo que dices, pasar de malos rollos. Besos.
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