Ya han llegado las amapolas.
Ahí están ellas. Erguidas, valientes en cualquier lugar. Lo mismo en cultivos de cereal que en suelos pobres y pedregosos.
No se rinden. Vuelven cada año porque dejan sus semillas extendidas para no extinguirse, para perdurar....
Y alegran la vista, ellas lo saben. Por eso no les importa que su vida sea tan breve. ¿A qué alargar una vida que nadie percibió?. Mejor breve pero intensa. Como su color.
En algún sitio leí a un experto botánico que las calificaba de "malas hierbas". Y me parece injusto que se les adjudique un nombre tan peyorativo.
Tal vez porque no son flores de jarrón ni de ojal, porque sólo quieren vivir pegadas a la tierra, porque no les gustan los jardines cercados, sino la libertad del campo abierto. Porque viven poco pero como les da la gana, y porque si las arrancas de donde quieren estar, prefieren morir.
Son poco refinadas, aunque en francés tengan un nombre muy elegante: Coquelicot. Pero son alegres y valientes
En grupos y vistas desde lejos, parecen manchas de sangre fresca, de la sangre que brota de los corazones sinceros y que no se doblegan.
Me gustan las amapolas y su filosofía de vida.
Precioso lo que has escrito Campanilla. Las amapolas, como bien has dicho, "no se merecen ese Trato". Son preciosas, tienen vida, cantan, sonríen y bailan... quieren estar en un medio natural. Hace tiempo, en un poema que escribí, terminé definiendo un beso como una amapola. Me ha encantado tu entrada amiga, enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
P.D.: he vuelto a intentar lo del correo y me lo sigue devolviendo. Por favor, si no es mucha molestia, mándame un correo a mi dirección y yo te contesto, a ver si así sale bien. Te dejo mi correo:
pepitodelospeines@hotmail.com
Gracias y disculpa tanta molestia.
Campanita, nos has regalado este bello texto engrandeciendo las hermosas amapolas que adoro. Precisamente, en mis poemas de esta semana emplee unas obras de Shirley Novak que es amante de las amapolas y el arte. Me encanto tu entrada, Campanita. Un abrazo.
ResponderEliminarQue lindo texto dedicados a estas flores que a mi me parecen preciosas!!! Te dejo un cariñoso abrazo mi linda Campanilla!!!
ResponderEliminarA mi me encantan las amapolas y lo que dices de ellas ...y como lo dices...
ResponderEliminarEres genial¡¡¡¡ no se puede escribir mas sentido y cercano que tu lo haces.
Que tengas un día de lujo ,hoy y siempre.
Muchos besos.
lindo homenaje a las amapolas, flores por las que siento una gran debilidad...Y me gustan, porque viven poco pero como les da la gana!
ResponderEliminarCampanilla,le has dado voz a las amapolas y ellas están contentas en tu blog.Lucen espléndidas,libres y bellas.Realmente la amapola es una flor silvestre,que nos deja un bello mensaje de vida,se mueven con alegría,con encanto,olvidadas de si mismas.Ellas parecen decirnos al moverse en el aire:
ResponderEliminar¡¡Bailar,bailar,no tengáis miedo al danzar y poned el corazón en el baile...!!
Mi felicitación por tu bella,sencilla y artística entrada.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre,compañera.
Feliz semana,Campanilla.
M.Jesús
Hola campanilla, me recuerdan una etapa de mi vida algo lejana, cuando las contemplaba entre los trigales en la campiña sevillana. ¡¡Me encantan las amapolas!!
ResponderEliminarBesosss.
Hola Campanilla, ya he contestado, ya me dirás si te ha llegado. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCampanilla, te busco y te encuentro en un hermoso campo florido. Yo cuando veo el campo vestirse de esos lunares rojos como la imagen que nos has puesto, se me alegran los ojos y el alma, como si viera el espectàculo màs asombroso de la naturaleza.
ResponderEliminarParecen las amapolas alegres mariposas descansando leves sobre el manto de hierba, tan efìmeras ... y por eso, más bellas.
Me gusta su nombre en español, AMAPOLA, de timbre "amoroso" y aroma de prado... En italiano no tiene igual sonoridad, es màs áspero, "papavero".
Me encanta que hayas dedicado un post a esta humilde pero hermosa flor encarnada, denota tu sensibilidad.
Un abrazo inmenso entre amapolas para ti Campanilla
Chusa
A veces recorro una carretera solitaria donde crecen amapolas blancas. A la vista son cientos, quizá miles. Amapola y soledad están conjugadas en mi alma, porque los campos en los que crecen ni un alma humana osa interrumpir la sagrada paz de los campos de amapola.
ResponderEliminarPor cierto que la picadura de sus hojitas es muy dolorosa. Una vez, tan sólo el roce en mi espinilla me derribó al suelo.
¡Salud e inquieta alegría!
Hola de nuevo Campanilla, te he mandado un correo, pues vi que no pusiste bien la dirección. Perdona tanta molestia amiga, un abrazo.
ResponderEliminarSoy una enamorada de los campos de amapolas. No quiero tocarlas porque se deshacen en la mano pero..son tan bonitas...
ResponderEliminarA veces paro el coche delante de ellas para admirarlas. Un beso Lola
Son unas flores muy hermosas y su nombre en español a mi me parece que también es muy bonito.
ResponderEliminarPreciosas como tu texto y también me gusta su filosofía de vida, para que querrían una larga vida aburrida o en una solapa. Ellas son más libres y por lo tanto más felices, lo dicen con su colorido.
ResponderEliminarBesitos
Ya volví del puente
ResponderEliminarLas amapolas son preciosas, casi etéreas y eso las hace aún máa bellas
Lo de las malas hierbas quizá lo dijo porque son adormideras...
besos
Dice así esta bonita canción…
ResponderEliminarAmapola, lindísima Amapola,
no seas tan ingrata y ámame.
Amapola, Amapola,
¿cómo puedes tu vivir tan sola?
No es cierto, la amapola siempre esta acompañada. Claro que la amapola de la canción es una metáfora.
Un abrazo
Que bonito lo que escribes sobre las amapolas.
ResponderEliminarCampanilla muchas gracias por participar en mi sorteo, pero te has olvidado un requisito importante que es pasar el logo del sorteo a tu blog, aun tienes tiempo de pasarlo.
Gracias de nuevo.
Un abrazo
Deseo pases un muy buen fin de semana
Y hago lo posible para que vuelen hacia ti
Estos mis sentimientos…
En los ojos una sonrisa por simpatía
En los labios un beso por valentía
Y en el corazón un abrazo mimoso por garantía
María del Carmen
Recuerdo la primera vez y creo que la última que cogí una… era muy niña y mi madre me advirtió que no lo hiciera… como tantas veces tenía razón, pues ya te imaginas que nada más arrancarla se destrozó y murió…
ResponderEliminarAunque sí había oído que una infusión de amapola puede ser tóxica… cuidadín…
Kisses
Hola Campanilla!
ResponderEliminarBonito tu relato, tan bonito como lo son las amapolas...
Beso grande!
RoB
Campanilla tengo un obsequio para ti! Espero te guste, besos!
ResponderEliminarhttp://regalosdeamistad.blogspot.com/2012/05/premio-de-princesa-gitana.html
Precisamente el miercoles estuve haciendo unas fotos de un grupo de amapolas que sobresalian entre montones de hierba verde y su contemplación se me antojó hermosa.
ResponderEliminarLas cosas breves pero intensas son mejores para vivirlas.
un besote
Me gustan muchísimo las amapolas, es como que da una descarga de energía el verlas todas reunidas como en esa foto, y con la forma que has tenido de relatar lo que son y como viven, resultan maravillosas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz finde
Hola Campanilla, hoy he venido a dar un repaso por las últimas entradas y me encuentro con esta que nos invita a buscar el campo, ya huele a buen tiempo y hay que disfrutar al máximo de sus colores.
ResponderEliminarLa amapola también se le llama ababol y en Aragón y Navarra se califica de ababol a la persona boba y distraída.
Que pases buen fin de semana. Un abrazo
Siempre me gustaron las amapolas, cuando veo fotografías como esta me vienen recuerdos de mi infancia, sobre todo el olor a primavera que desprende el campo.
ResponderEliminarGracias por traerme estos recuerdos, un beso.
A mí las amapolas me fascinan y nunca me canso de atraparlas con mi cámara. Me gusta su color rojo claro, es tan hermoso y la fama de invasoras la tienen en los trigales, es claro que restaran nutrientes a la tierra pero no es menos cierto que nos alegran con su humilde presencia. Muy bonito tu post. Te felicito. Eres como siempre para todas tus cosas, tan detallista y cuidadosa. Un placer haber estado aquí siquiera un ratito. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminarQué bonitas, qué coloridas. Cómo lo alegran todo, ¿no?
ResponderEliminar¡Qué belleza, Campanilla! También me encantan las amapolas por lo mismo, por su sencillez y querer vivir al aire libre en contacto con la tierra. Lo mismo, las margaritas, con cuyas flores me identifico por lo anterior y por su resistencia a cualquier tipo de clima y terreno.
ResponderEliminarFelicidades, hoy, Campanilla. Y besos
Me gusta como lo cuentas, a tan bellas amapolas le das una pincelada mas que las engalana.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajjajaja... me alegran tus miras... yo jamas habia visto asi a las amapolas, gracias por compartirlo!
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