sábado, 3 de diciembre de 2011
No estoy tan segura
O más bien, no estoy nada segura. De miles de cosas. De si lo he hecho bien,regular u horrible. De si me duelen los huesos por la niebla o por que sí, de si en realidad las lentejas estaban aceptables o es que no me han querido ofender, de si he sido una holgazana por tirarme en el sofá toda la tarde (con los armarios que tengo!!....).
Está claro que llevo el día dudoso, porque para una vez que me pide mi hija consejo, creo que tampoco he acertado, mañana se verá.
Con lo que me revienta la duda, la inseguridad. Porque empiezas poco a poco a darle vueltas a la cabeza y terminas con una pelota de lana enmarañada, cada vez más difícil de resolver.
Me hace mucha gracia esa gente que dice: "No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi vida." No me parece ni medio humano, la verdad. Supongo que será una pose, porque yo me arrepiento de muchas cosas y creo que la mayoría de los mortales también.
Tampoco es eso de "Que hubiera sido de mi vida si...", una sección que publicaba una revista del corazón, y que era morbo puro. Porque si te pones a pensar en un montón de cosas que hubieran cambiado gracias a tí, o por tu culpa...Entonces si que te deprimes de verdad.
ATENCION:Frente al espejo, y con una gran sonrisa boba boba decir repetidamente "Soy la mejor. La mejor, la mejor. Todo lo hago genial, genial genial. No me arrepiento de nada, nada, nada. Estoy feliz, feliz, feliz.
Si lo haceis y os resulta, por favor avisadme a la mayor brevedad, porque a mí no me ha salido bien. Al menos, hoy.
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Yo te aconsejo que te quieras mucho. Yo me adoro y me va bien. Un beso Lola
ResponderEliminarEse es mi problema, que siempre antepongo los deseos de los demás a los míos. Gracias Lola, besicos.
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes, Campañilla! Los manuales de la llamada "autoayuda" venden recetas azucaradas bien pastosos y blandas que anestesian y engañan.
ResponderEliminarY que bien lo has narrado, con cuanta gracia y acierto.
Sobre tu comentario aquí arriba: ya es hora de dar el paso adelante ¿No crees? ahora que los hijos está grandecitos y bellos... Y ¡qué gusto da hacerlo, sin convertirse en una tirana!
Un beso