Esta pésima cocinera hoy se atreve con una receta: LAS LENTEJAS DE LA FELICIDAD
El primer quid de la cuestión está en encontrar la piedra.
Una vez descubierta, apartarla y no volver a pensar en ella.
El segundo quid es aprovechar las lentejas, sin piedra, tiernas y bien cocinadas, con cariño, con sabor, con alegría.
Y no esperar caviar iraní ni salmón noruego.
Agradecer nuestras lentejas, con su rudeza.
Aprovecharlas y convertirlas en el mejor bocado del mundo.
Trabajarlas para que nos hagan tan felices como merecemos serlo.
Pero no os olvideís. Lo primero de todo, sacar la piedra. Esa que nos amarga el plato o nos quita el apetito cuando aparece.
Personalmente, mis lentejas me gustan. No espero más. A veces me cuesta encontrar la piedra, pero con las gafas "de cerca" aparece y la aparto de mi plato.
Eso sí, no hay milagros para que te salgan todos los días igual de ricas, pero vas cambiándoles el aliño y suelen resultar estupendas.
Pues yo creo que eres muy buena cocinera, ya que si das estos consejos para que salga bien el guiso, es porque te sale rico rico cada día, y eso que, como bien dices, a veces la piedra cuesta quitarla.
ResponderEliminarYo también tomo mis lentejas, incluso literalmente, tan a gusto; y es que al mal tiempo buena cara.
Como siempre, una entrada estupenda.
Besitos y buena noche.
Hola Campanilla!
ResponderEliminarMe encantan las lentejas... Ahora que aquí hace mucho frío, no vendría mal un guiso de lentejas bien calentito... :-)
Siempre hay alguna piedra, que nos amarga la existencia...
Beso grande!!
RoB
Un plato de lentejas con un poco de arroz es delicioso. En la simplicidad está el gusto. Y si se pude encontrar la piedra desde un inicio, tanto mejor.
ResponderEliminarMis lentejas con chorizo...nada que envidiar al caviar iraní...
ResponderEliminarseguro que las tuyas, con su piedra encontrada a tiempo, son mucho mejores.
Abrazos.
Me parece una receta perfecta amiga!! Voy a tenerla muy en cuenta =) Besitos!!
ResponderEliminarPero qué lentejas tan tiernas y sabrosas. Y, además, sin piedra.
ResponderEliminarenhorabuena, seguro que estan riquisimas!!! a mi me encantan las lentejas!!
ResponderEliminarMuy buena receta, expresada con la sutileza que te caracteriza.
ResponderEliminarDada su alta cantidad de proteínas, las lentejas es un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular… Y para la felicidad.
Las lentejas, tienen grandes valores nutricionales, entre los cuales destacan su gran aporte de hierro, zinc, selenio, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas B1 o tiamina, etc. Además de ser una fuente de fósforo, manganeso, y ácido fólico… y unos miligramos de felicidad.
Pero, ¿y la piedra? ah, esto son lentejas si quieres las comes y sino, las dejas.
Un abrazo.
Las lentejas,un plato exquisito...Pero sin piedras.Un saludo
ResponderEliminarMejores que el mejor salmón, siendo cocinadas y servidas con amor ¿Para qué más? es suficiente.
ResponderEliminarBesos querida amiga alada y muy creativa.
Que ricas las lentejas!!! y como tu lo cuentas van a saber a bocaditos de amor
ResponderEliminarBesos
Campanilla,no sólo son buenas y nutritivas,también económicas para esta época de crisis,amiga.Además compremos lentejas españolas,colaboremos con los labradores,que tan mal lo pasan,porque sus productos no se venden y el campo español está muy limitado.
ResponderEliminarMi pueblo manchego es fértil y productivo,el trigo,la vid y las lentejas han sido siempre su base,además de productos hortelanos.
Mi felicitación por tu acertado post,que pondera un alimento esencial y básico,amiga.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre,Campanilla.
M.Jesús
Desde luego que lo mejor que puede hacer uno es sacar la piedra antes de ponerla en el plato, no sea que al pisarla te desolle la carne, o la existencia., jejeej
ResponderEliminarCreo entender la metafora ajja si no pues lo habre soñado.
un besote.
Lo mejor antes de ponerlas en tu plaro es sacar la piedra, no sea que te desollen la piel o te amarguen la existencia.
ResponderEliminarUna buena metafora si he entendido bien jeje
un besote
Cuando paso a visitarte me crezco con los textos encontrados, que son el archivo de las vivencias, poesías o momentos de un trayecto de vida, que con ayuda del recuerdo han regresado al presente recobrando protagonismo.
Siendo hoy uno de esos momentos, que cuando me valla, me llevaré ese buen sabor en la comisura de los labios, porque has sabido aderezarlos con la textura de las palabras…
Un feliz viernes ya casi fin de semana te deseo, algo que siempre se espera con ansiedad para dedicárselo a diferentes prioridades que se van posponiendo.
Un beso tan profundo
Como el sentimiento
Del aprecio
Que nos ha unido.
María del Carmen
(Estofadas con amor estar irresistibles a cualquie impedimento previo...)
Pues me has parecido una gran cocinera Campanilla; si todos siguiéramos tu receta, todo sería distinto: por un Mundo mejor. Gracias amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Quizás eres mejor cocinera de lo que crees :)
ResponderEliminarQue genial leerte, hace bastante no pasaba por acá!
Campanilla, sí señora... una buena buenísima metáfora...
ResponderEliminarbesos mil
maite
El milagro del día a día, que sigue adelante.
ResponderEliminarFeliz domingo.
ResponderEliminarMe voy a tomar un breve descanso…
Nos vemos a la vuelta.
¡¡Gracias por la comprensión!!
Me llevo tu nombre gravado en la valija donde reposa mí cariño. Y cuando regrese continuaré haciendo uso de la modestia de las palabras, para que sigan iluminando el cauce de la amistad que tiñe de colores la ilusión.
Con párrafos abiertos para valorar las impresiones, que brotan del entusiasmo producido por la comunicación entre amigos.
Un sentido abrazo
Dejando al viento
Los pensamientos
María del Carmen
Adooooro las lentejas! Así que eso de comida de viejas o si quieres las dejas en mi no se cumple!!
ResponderEliminarY por supuesto, muy buena metáfora!
Un besazo! Be happy ^^
A falta de ese manido "si quieres, las comes, si no..."
ResponderEliminary con sumo tiento de apartar el mal cáliz de 'la piedra', haré bien tomando nota de tan oportunos consejos: Ni uno quedará en el tintero. ¡Palabra de honor!
Un abrazo grande
Estaba deseando venir a tu rinconcito de mariposas errantes Campanilla querida, y ahora que estoy de vuelta, por aquì me quedo complacida de leerte. Las lentejas de la felicidad son un manjar, desechada la piedra. Humildes y redondas del color de la tierra, nos sacian y nutren y devuelven en el gusto, el amor con que las cocinamos. La piedra hay que encontrarla para que no estropee nuestro guiso por no haberla buscado con detenimiento y paciencia. Esa piedra es el nudo que se interpone en nuestro camino diario y debemos apartalo para seguir adelante.
ResponderEliminarCampanilla siento mucho haberme perdido alguna entrada tuya porque me encanta leerte. Pero ahora recuperaré lo perdido. Un abrazo grande,
Chusa
Si Esaú hubiese sabido apartar la piedra de su plato de lentejas, la historia del mundo habría sido otra.
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