domingo, 27 de noviembre de 2011

Acurrucados





Lo mejor de los domingos grises es que te quedas refugiado en el sofá y te da tiempo a pensar. Lo peor es que te llevas un catering más lujurioso de lo recomendable, y das buena cuenta de él.
Pero mañana será otro día y puedes ir caminando al trabajo o desayunar una infusión, o hacer flexiones mientras se calienta el agua de la ducha o...cualquiera de esos propósitos que todos nos hacemos y que nunca cumplimos.
Yo lo que nunca nunquísima cumplo, son los castigos que impongo. Por más horroroso que sea lo que hayan hecho, primero digo que ahora vas a hacer esto o que no vas a hacer aquello, pero luego me vengo abajo.
Soy de esa raza de personas a las que les cuesta un ojo de la cara decir NO. Los pedigueños y los vendedores, conmigo lo tienen fácil. Porque a las conciencias estrechas les ocurre eso, que sus poseedores, cuando dicen que no, duermen mal y a mi me gusta dormir bien, porque me levanto más relajada y con ganas de hacer muchas cosas.
Ahora, que también soy consciente de que a veces nos toman el pelo, porque desde el Lazarillo de Tormes, y no fue el primero, siempre han existido picaruelos... Menos mal, que me fío mucho de la intuición y distingo entre esos pícaros de mentirijilla y los malos malísimos, que de mí no reciben un NO, por que ni cruzo palabra con ellos.
Es muy útil con esos tipos abyectos, hacerse el loco. Vereis que fácil: preguntan por una cosa y contestas otra que no tenga nada que ver. Así desisten y se van, fuera de quicio y pensando que "han dado con un pobre ido".
Lo peor que puede ocurrir, y también hay que contemplarlo, es dar con uno de esos personajes en una ventanilla de un Organismo, sobre todo si es Público. Entonces, mientras te toca la vez, lo mejor es rezar por lo bajito y luego sonreir, pero tampoco abiertamente, sólo lo justo. A continuación pueden pasar dos cosas: Que le caigas muy mal, o simplemente mal. Si tienes la suerte de ser de los segundos, podría ser que resolvieras el trámite. Pero si eres de los primeros, la sonrisa desaparecerá de tus labios, contraerás las manos y la nuca, cambiarás las ganas de asesinarle por sudor frío, finalmente le maldecirás y te marcharás. A lo mejor otro día tienes más suerte con otro funcionario menos estreñido, o conoces a alguien que te recomienda...
Y volviendo a lo que nos ocupa, qué grato es refugiarse en el sofá los domingos grises, mientras te pones morado a chucherías.

5 comentarios:

  1. Saludos! bonito blog, bonitos pensamientos!.besos

    .-Malditoplan.blogspot.com

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  2. hay que lanzarse al abismo, como decia enrique symns , o eliminar ese super-yo que decia freud jaja, Saludos.

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  3. Gracias. Al abismo pues¡.... Y que salga el Sol por Antequera. Saludos.

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  4. Donde mejor... en casita. En este momento viendo la Davis tapadita con una manta.
    Sabes que he intentado ponerte comentarios pero es inutil. Ahora tengo más esperanza porque he hecho un intento y me ha salido bien.
    ¿Los funcionarios malcarados? me horripilan. Un beso Lola

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  5. Amiga Lola: mensaje leído y disfrutado. Muchas gracias, es más fácil cuando sabes que no estás solo...

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