El otoño ya está aquí y la gente empieza a esconder el cuello debajo de las bufandas... Es una estación agradecida, porque no hace falta tener buen color, los michelines están cubiertos y hasta el más delgado parece gordo con tantas capas. Todos iguales pues. No como en verano que hay que enseñar las vergüenzas sí o sí. Lucir moreno por obligación y echarse la flacidez a la espalda, no queda más remedio. Los guapos, guapos y los feos, feos.
Ahora, que el que es borde en verano, también lo es en otoño, eso no lo puede tapar de ninguna manera. La mirada no engaña.
Dicen que la intuición es tan importante como la inteligencia y seguramente es una exageración. Pero a mí me funciona más lo primero que lo segundo y suelo acertar.
Con los terroristas es muy difícil intuir nada de esto, no se sabe si son bordes o no, ni en verano ni en otoño, ni nunca. Porque no se dejan ver los ojos.
No lo entiendo ¿es que tienen miedo a la gente intuitiva?. Pues que descansen, porque a nadie nos hace falta verles la cara para saber que no hay suficientes calificativos para ellos en un diccionario, y precisamente no el de bordes. Este más que nada sería un halago.
Los periódicos de hoy nos dan la noticia de que los terroristas han votado más que nunca, de manera masiva. ¿Y eso es una noticia? ¿Que han votado todos en éstas últimas elecciones? y ¿alguien lo dudaba?. Precisamente, el único insulto que no merecen recibir es el de tontos.
intento. Lola
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