miércoles, 23 de noviembre de 2011
Los hijos de mis vecinos
Existe una curiosa coincidencia a lo largo de mi vida. Siempre he tenido unos vecinos casi perfectos. Todos ellos tenían vástagos muy estudiosos y competentes en música y otras actividades.
El que no estudiaba "la doble", simultaneaba dos carreras universitarias, el que no tocaba el piano de manera excepcional, contaba con un violín como prolongación del brazo... Y no digamos nada del comportamiento inigualable que tenían: No trasnochaban jamás. Por supuesto, ni bebían, ni fumaban. En fin, una colección de personas como Dios manda. Y obviamente, una colección de padres felices y encantados de haber engendrado tales criaturas.
Mis opciones ante estas circunstancias: La primera lanzarme desde el viaducto más próximo al vacío. La segunda no creerme absolutamente nada de lo que cuentan esas madres ("dime de lo que presumes...). La tercera, pensar que aunque todo sea cierto, nosotros, mi marido y yo, sí que somos afortunados de verdad.
Y es que no os imaginais que alegría tan indescriptible cuando el niño, al que esperamos que le caigan cuatro suspensos, le caen sólo dos ¡y además con 4,8¡... Y la satisfacción de que a las cuatro de la madrugada, un sábado metan la llave en la cerradura y ¡ya los tienes en casa¡... puedes dormir tranquilamente hasta las 7, que es cuando te tienes que levantar para llevar al partido de fútbol al pequeño... Por no hablar de la suerte, de que te avisen de un accidente de moto y sólo se hayan dislocado la muñeca.
A todo en la vida hay que sacarle partido, y esto es realmente una gloria, comparándolo con los días que vienen mal dadas.
La vida no debe ser una línea recta. ¿De qué te alegrarías cuando siempre está todo bien?. Lo dicho: Mis hijos no son los mejores, como tampoco lo es su madre. Pero son una monada.
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Si los hijos de los demás fueran como los tuyos, el mundo iría mucho mejor, jejeje.
ResponderEliminarUn besito
Que linda es mi "hija adoptiva"... Leer el blog de una suegra es una heroicidad. La quiero.
ResponderEliminarEso lo dice todo, Campanilla. ¡¡¡Si tu nuera está contenta con la suegra, es porque hay un trabajo bien hecho en materia de primera calidad!!!
ResponderEliminarUn abrazo y Bienvenida a mi casa, te enlazo