"La verdadera medida de la grandeza de un hombre, es cómo trata a quien no puede beneficiarlo en nada"
Reflexión:
Habría que preguntarse por qué los ricos y los poderosos siempre están rodeados de gente que los adula, reverencia y obsequia.
Me llama la atención que cuando alguno de esos "personajes" tiene un hijo, recibe presentes de todas partes. Los más humildes le confeccionan unos patucos, los confiteros le elaboran las mejores tartas... No sé si es que esperan algún beneficio de ellos en el futuro, pero mucho me temo, si es así, que están equivocados. Seguramente, todo lo que obtendrán es una tarjeta de agradecimiento, y ni siquiera firmada de su puño y letra que para eso, ya está el secretario.
Pero hay que ver como les "pone"a algunos hacer la pelota a esa gente...
Bueno, para gustos están los colores. A otros se les ensancha el corazón ayudando a los más pobres entre los pobres, sin saber siquiera que color de piel tienen, ni cómo se llaman. Aquellos que nunca sabrán quien los ha ayudado, tal vez, a sobrevivir un día más.
Pues ahí amigos, es donde está la verdadera grandeza. En dar sin esperar nada a cambio, ni siquiera una tarjeta de agradecimiento.
¡Ay! ¡Cuánto nos impresionan los tocados, los brillantes y los trajes de firma! y ¡Cómo nos gustan los títulos y los lazos a no sé qué méritos....!
El dar desde el alma es el que fructifica siempre y no humilla.
ResponderEliminarLos poderosos no saben dar...solo quitan
Cariños
El que más tiene más quiere!!!
ResponderEliminarSi das sin esperar nada, después te vuelve multiplicado, eso lo sé y no lo hago por eso, sino porque lo siento, sino no vale!!!
Es muy injusto y duele...
Buenísima entrada!
Roos
Pues el que da esperando recompensa, peor para él.
ResponderEliminar( es la tercera vez que tengo que poner las palabras de verificación, que cada día se leen peor. Sería estupendo que las suprimieras, ya que blogger tiene un detector de spam)
Es algo que ni siquiera se debería cuestionar, es un mundo al revés, los que tienen deberían ayudar a que los que no tienen, tengan la posibilidad.
ResponderEliminarNo regalar, pero si dar las herramientas necesarias.
Un gran abrazo.
Buena reflexión...
ResponderEliminarNo hay mayor regalo que los pequeños detalles!
besos mil
maite
No tengo ni idea de como se quitan , porque cuando yo suprimí las palabras de verificación, era sencillísimo: se iba a comentarios y en verificación se ponía suprimir.
ResponderEliminarPero quien puede saber es Mariluz GH (que comenta en mi blog).
Muy buena reflexión Campanilla: si damos esperando algo a cambio, no tiene nada de mérito, en cambio si damos a aquel que ni siquiera nos conoce, pues es lo que vale.
ResponderEliminarSi es verdad que algunos siempre están haciendo pelotas...
Un abrazo.
Muy sierto lo que decis y aunque es la realidad que nos toca vivir, podemor hacer cosas para aportar al cambio
ResponderEliminarAyudar sin pensar en recibir nada a cambio es lo que nos hace bondadosos. Es lo que diferencia a aquellos interesados y ambiciosos, de aquellos sinceros y solidarios.
ResponderEliminarSaludos cariño, te espero por mis blogs :)
si que es verdad que hay que dar sin esperar a cambio, pero sí que es verdad que no nos educan para eso, sino para conseguir algo...
ResponderEliminarEl dar incondicionalmente es lo que engrandece el alma. Gracias por la entrada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tienes razón. A mí me pone mala ver tanto "peloteo" con los famosos. Un beso.
ResponderEliminarAsi son los humanos, seres codiciosos, avariciosos que solo buscan lo material...si que hay qgente que llena su corazón ayudando los pobres, pero son muy poquitos por desgracia.
ResponderEliminarBesos guapa
A habido, hay y habrá siempre, algunos que prefieren o les gusta ser, el perro del amo.
ResponderEliminarPor otro lado hay un dicho que dice así - manos que no dais, que esperáis –
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Amable “campanilla”, si no has encontrado la forma de quitar el molesto “verificación de palabra” y deseas que te ayude te envió mi correo (pareja.jose50@gmail.com) y si no tienes inconveniente me mandas un email de saludo y por ese medio te lo indicare paso a paso, así mismo sigue en pie mi ofrecimiento que en su día te hice por si pierdes el miedo y te animas a poner alguna animación a tus blog, desde ahora mismo me comprometo a que lo lograras si tu quieres, pues te guiare paso a paso como he hecho con otr@s amig@s blogueros. Querida amiga, todo es difícil hasta que se aprende. Y yo se por experiencia lo agradecido que es que alguien te indique hasta los pequeño detalles cuando desconoces algo y tienes interés en aprender.
Un abrazo
Hay mucha gente que actúa buscando un beneficio, si te ayuda luego te hace sentir en deuda toda la vida.
ResponderEliminarHay de todo en este mundo...
Besitos
Me encantó esta entrada, certeras palabras.
Cariños
Impresionados por las apariencias muchos dan más de lo que tienen para esperar a cambio algunas migajas de reconocimiento.
ResponderEliminarBesos, Campanilla.
A mi me encanta que me quieran y me encanta querer. Y tanto al vecino de la esquina o al que se cruza una mirada conmigo queriendo o sin querer. No busco nada, lo que doy lo doy gratis y lo que recibo me encanta. Quiero que me guste la vida y sus habitantes. Un beso Lola
ResponderEliminarhttp://boheme.zruspas.org
Campanilla, muy buena y humana reflexión. Es muy fácil dar lo que nos sobra, como esas célebres obras de caridad de los cantantes de pop, de los reyes o de los actores famosos. Es como tirarle migajas a las hormigas que caminan bajo la mesa. ¿Qué puede costarnos eso? ¿Cuánto perdemos? Ah, pero si vamos a dar algo que nos duele, algo importante, a alguien, ahí si ponemos los ojos redondos y se nos alborota el egoismo. A veces, carcomidos por los apegos materiales, nos preguntamos: "¿y a mí, quién me regala nada, para estar yo regalándole lo mío a los demás?", y entonces cerramos la puerta y nos comemos la llave. Cuándo aprenderemos a ser solidarios, y compartir sin que nos pidan, y dar sin esperar nada a cambio, tal como lo recomendó Cristo en su evangelio.
EliminarAdemás, no todo es dinero: cuando tratas bien a alguien, sin importar quien sea, tenga el nivel social que tenga, le afirmas su dignidad, que al final vale más que el alimento o lo material.
Si todos nos respetáramos un poco, al menos un poco, qué distinto sería este viejo mundo que flota a la deriva, sin guía por el universo...
Un abrazo, y saludos cordiales!
Hay personas que actuan buscando beneficios, cierran los ojos, nublan el cerebro. Muy buena entrada
ResponderEliminarun abrazo
Los más humildes saben agradecer con detalles que llenan el corazón y que no tienen nada que ver con lo material y hasta reparten lo poquito que tienen con una generosidad que asombra y conmueve. En esos desheredados, con toda su miseria, se halla el ejemplo donde encontrar la fuerza para salir adelante porque siempre hay cosas desagradables que a veces nos toca vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado tu escrito, con tu permiso te seguiré.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta la cita que encabeza tu entrada. Es cierto, la verdadera grandeza se ve en lo invisible, pero que está presente.
ResponderEliminarBesos
Hola, pasaba`por aquí, jajaja, ¡Me ha gustado, el texto 'reflexión' muy interesante amiga, gracias por compartir.
ResponderEliminarVeo que el amigo José siempre está dispuesto a echar una mano a los amigos ¡gran persona!
Besos.