Mi casa

"Pintada, no vacía: Pintada está mi casa del color de las grandes desgracias y pasiones". Miguel Hernández


Y es por lo que se ama una casa, un recodo físico donde vivir y recordar el amor y el fracaso, el gozo y la tristeza.

Un lugar lleno de huellas de amigos y de cajones que no se abren nunca, para no encontrar las fotos que no queremos ver.

Ese sitio donde te esperan y los esperas con olor a manzanas asadas. Donde hay polvo debajo de las alfombras y tus animales campan a sus anchas.

Los cuadros que colgaste, los libros que te regalaron, el perfume de tu madre todavía pegado a la nariz.

Las llaves en su percha, el timbre averiado, la cama calentita.

Las risas y los llantos. La música de alguien, el ruido de una pelota, el grifo que gotea.

Besos y portazos, relojes que marcan una hora menos de la que deberían.

Plantas que recuerdan el cambio de estación.

Conversaciones, turnos de palabra y silencios. ¡Al fin solos!.

Amor y respeto, compañía y una mantita en el sofá.

Todo eso es una casa.