domingo, 4 de marzo de 2012

Compasión



El gusto por juzgar al prójimo es un mal común. Da la impresión de que diciendo en voz alta todo lo "malo" que han hecho los demás, nuestros errores desaparecieran en un abracadabra.

Y esto, viene a cuento de la crisis. Ahora resulta que todos los que lo están pasando mal, tienen mucha culpa... Se metieron en el lío de comprar piso y se han quedado sin trabajo, pero que imprudencia Dios mío!! Pusieron al niño a estudiar una carrera carísima y ahora no encuentra trabajo... Vaya despropósito!!. Se les ocurrió hacer un viaje, con lo bien que les vendría ahora ese dinero¡¡¡ Ellos se lo han buscado...

¿Dónde está la compasión? Me temo que es una virtud extinguida, casi inexistente en esta sociedad en la que vivimos.

¿Qué más me da ofrecer una limosna a quien está con la mano extendida?. Es un ser humano que tiene hambre, bien sea por sus despropósitos o por su perra suerte desde que nació. Sólo veo su cara de vergüenza, de desconsuelo. Sólo tengo delante de mí a alguien que sufre, sea por lo que fuere. Y mi obligación es compadecerme y ayudarle. No castigarle por lo mal que se ha conducido...

¿Que lo ha hecho mal? Pues igual sí. ¿Qué creía que siempre se iban a atar los perros con longaniza? Pues seguramente también.

Ese es su problema. Bastante pena tendrá y remordimiento de conciencia. Pero mi problema es otro, dormir bien. Descansar sabiendo que a mí no me incumbe juzgar a nadie, sólo hacer lo que me gustaría que hicieran conmigo: Echarme una mano.

Y esto me recuerda a una persona a la que una vez oí decir: "Yo a esa no le doy limosna, porque ganó mucho dinero como puta y se lo ha gastado todo"... Sin comentarios.



23 comentarios:

  1. Ja, qué texto Campanilla! Muy cierto, muy cierto y cuántas veces lo escuchamos...es muy triste pero se ve a diario!
    Que tengas una linda semana!
    Roos

    ResponderEliminar
  2. Primero quiero agradecerte por pasar por mi blog y dejar ese lindo comentario. Gracias por darme fuerza con tus palabras.
    Me encanto tu texto, la gente juzga todo el tiempo y yo a veces también lo hago sin querer. Hay que aprender de gente como vos que sabe no juzgar a nadie. Hermoso tu blog, te empiezo a seguir! Besotes.

    ResponderEliminar
  3. Es tan facil juzgar, sobre todo al que le va mal
    Muy buen texto
    Abrazo

    ResponderEliminar
  4. Que buen texto, con una exacta impresión de lo que es, no esta bien juzgar, hay un dicho muy popular que dice: ten cuidado si escupes para arriba, puede que se te venga encima. Y es tan cierto como lo que has expresado tan bien.

    Un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Una de las cosas que siempre tendemos a hacer la humanidad es juzgar, y en ocasiones, casi que lo hacemos sin darnos cuenta.
    Hacer el bien sin mirar a quién es algo que siempre tendríamos que hacer, no importa en sí lo que las decisiones que esa persona haya tomado en un momento dado, realmente importa la situación en la que se encuentra y en que si podemos echarle una mano es lo más humano que podemos hacer. Tratemos siempre como nos gustaría ser tratados.
    Un fuerte abrazo y feliz día campanilla

    ResponderEliminar
  6. Me parece muy bien la compasión, pero no ayuda que esas personas anden montando disturbios, insultando a la policía y quemando contenedores. Eso no tiene justificación. Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Campanilla, guapa...¡qué post más certero! Creo que das en la diana de la CARIDAD... del AMOR. Esa tendencia a juzgar... nosotros, tan limitados, carentes de datos que que deberían sellarnos la boca tantas veces. Gracias por este apunte y por esa forma de entender la compasión... la Misericordia, que no discrimina sino que da a manos llenas. Un beso grande para un corazón enorme.

    ResponderEliminar
  8. Juzgar, prejuzgar, abrir la bocaza y señalar como si estuviéramos por encima del bien y del mal, es la prepotencia y la soberbia humana la que olvida ya no sólo la compasión sino -precisamente- su propia humanidad.

    Gran post, Campanilla

    un beso

    ResponderEliminar
  9. Por eso no suelo juzgar a nadie.
    Me lo suelo pensar más de dos veces antes.
    Besos, Campanilla.

    ResponderEliminar
  10. creo que todos tenemos el derecho a desear lo mejor de la vida, y bien por quien lo consigue, pues, aun en el despojo le queda el recuerdo de haber sido feliz...
    mala cosa es juzgar al prójimo desde nuestra mezquindad, la compasión nunca debe estar ausente de las manos solidarias, saludos amiga

    ResponderEliminar
  11. Menuda entrada tan y tan actual, aunque siempre hemos sido unos miserables los humanos, parece que el que no tiene es culpable de todo...y encima huimos de su lado por si nos contagia...que pena!!!

    Yo estoy ensayando una obra que estrenamos el dia 7, es teatro social y precisamente el tema va sobre la gente que van z echar de sus casas...todo un drama. Ojala alguién nos insufle algo más de solidaridad.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. No juzguéis sino queréis ser juzgados. Nunca se puede hacer...

    Campanilla buen texto y reflexión... linda.

    besos mil

    maite

    ResponderEliminar
  13. Bien dicho que no conviene hacer juicios morales que califiquen la conducta de los pobres como buena o mala. Las causas de la pobreza son muy variadas, una de las que has mencionado es la falta de previsión, si bien la compasión es una emoción que conecta con las necesidades de los demás. Se oye mucho respuestas como la que has dado y se me ocurre pensar que poco puede hacerse cuando no se siente de corazón el deseo de echar una mano al que está caído, incluso aunque sea una persona a la que seguramente no volverás a ver. El mundo cambiaría si todos utilizáramos este y otros principios de bien que son universales.
    Un abrazo. Que tengas un buen día.

    ResponderEliminar
  14. Certero escrito, actual y real como la vida,que con la crisis está martirizando a tanta gente sin culpa.
    Tendamos las manos...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Pues sí, dejar de juzgar es algo que le hace falta al mundo. Yo entiendo la compasión como dejar de sufrir o hacer que el otro deje de sufrir y, por supuesto, dejar de herir con las palabras es el primer paso

    ResponderEliminar
  16. Echo mucho de menos a mi abuela y quizás una de sus muchas y grandes virtudes era la compasión que sentía por el prójimo. Con todo el mundo sentía piedad, incluso para aquel que lo hacía directamente mal con ella. La recuerdo decir: "Pobre, no sabemos la necesidad lo que nos puede llegar a hacer o decir" Ojalá y el mundo estuviera lleno de corazones buenos y compasivos como el de mi abuela y el tuyo Campanilla. No te conozco pero se puede llegar a sentir verdadero afecto por alguien que te llega al alma como tu has llegado a la mía.
    Un beso y espero conocerte algún día.

    http://tecuentomistrucos.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  17. Los humanos tenemos muy desarrollado el defecto de juzgar a los demás de manera exagerada y no ser capaces con facilidad de realizar una crítica hacia nosotros mismos.. Es lamentable pero creo que todos alguna vez hemos mirado la paja del ojo ajeno y no la propia. Pero cuando uno madura con los años y experiencia aprende a aminorar esa cualidad que nos hace tan poco compasivos.
    Gran entrada. Saludos querida :)

    ResponderEliminar
  18. Hola Campanilla, que buena reflexión has escrito.

    No juzgar, no dañar y no ser mal agradecido o la vida tarde o temprano te cobra la factura.

    Que tengas una excelente semana!!

    ResponderEliminar
  19. HOLA QUERIDA CAMPANILLA
    ES CIERTO, NO SOMOS NADIE PARA JUZGAR CONDUCTAS AJENAS MIENTRAS NO NOS MOLESTEN O PERTURBEN NUESTRA VIDA, PERO A VECES HABLAMOS UN POCO... DEBERÍAMOS PENSAR...

    BESITOS
    PD SEGURO QUE VENDRÁS A LA ARGENTINA, AHORA ESTÁ MEDIO CAÓTICA. EXISTE MUCHA INSEGURIDAD.

    ResponderEliminar
  20. Qué buena entrada... confirmas que somos lo que criticamos. Por qué ese afán de despotricar contra los demás, antes de mirarnos hacia adentro.
    Un gran geso.

    ResponderEliminar
  21. Coincido con lo dicho por la abuelita frescotona .....si el banco te puede quitar el piso ( depa) el carro o lo q sea pero nadie te quita lo vivido ni lo bailado .. de juzgar y mirar la paja del ojo ajeno ...no se saca nada bueno, pero siempre una se encuentra con gente así, ni modo... me pareció bastante cruel comentario de la mujer que relatas en tu entrada.

    Un abrazo y gracias por la visita

    ResponderEliminar
  22. No me gusta nada de nada juzgar a nadie. No soy quién, Ya tengo bastante conmigo misma. Un beso y muy buen post. Lola

    ResponderEliminar
  23. Muy cierto: necesitamos juzgar menos y ser más compasivos. Mañana podemos ser nosotros los que la necesitemos.

    Besos Campanilla.

    ResponderEliminar

Gracias por dejarme tu aleteo...