Harto ya de estar harto, ya me cansé

No me quiero enterar, ye ye

El hartazgo popular es evidente. Las cadenas de televisión, las emisoras de radio, los diarios digitales, los de papel.... Y porque ya no hay pregoneros, que si no¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Lo mismo y más de lo mismo. La familia real y sus cuitas, los robos a cara descubierta de los políticos que dirigen el país, las colas del INEM, los desahucios...

Temperatura corporal que sube con el riesgo de no detenerse y producir una explosión craneal.

Días que se presentan con más de veinticuatro horas, porque ante tal panorama se hacen rematadamente largos.

Injusticias que se suceden sin tregua.

Las casitas de papel caen antes que las de mármol ante las tempestades y los resoplidos de los lobos.

Como siempre, la balanza se inclina hacia los mismos.

Pongo la música al mismo volumen al que nunca se la dejé poner a mis hijos. Tal vez para no oir, tal vez para no pensar.

Y me dispongo a resistir con lo poco que me queda, y a compartir, de lo poco un poco.

Si se os ocurre alguna idea, estoy preparada para cualquier cosa.

Tranquilos, si llega el caso, sólo compartiremos celda con sangre tan roja como la nuestra.