Podría ser parte de este lugar...
El apego a la vida, no existiría, de no existir la muerte.
El afán por superar las dificultades, la lucha por intentar doblegar a la enfermedad y las creencias en el más allá, son propios del ser que se sabe mortal.
La idea de que "aquí" no se acaba todo, de que con la muerte, no se termina la esperanza, nos obliga a buscar una tabla de salvación. Cada cual la suya.
Luego, la vida está intrínsecamente unida a la muerte, por lazos que condicionan al ser humano a hacer determinadas cosas durante toda ella.
El miedo a la muerte, se puede considerar, miedo a lo desconocido...¿qué habrá después?, si es que hay algo, claro...
Quienes piensan con claridad meridiana "Esto es todo amigos", aceptando el presente como lo único, sin forzarse a imaginar otra cosa por venir, y sin que eso les atormente, a mi me asombran. Sin juicios, que no soy quién.
Prefiero creer que el cuerpo, como ropa vieja, desaparece. Pero el alma, ese YO intrínseco, no tiene fecha de caducidad, sólo transmuta. Y se convierte en algo, no sé en qué, ¿ tal vez en energía que sobrevive eternamente?.
Más allá de este límite, no alcanza la razón. A partir de ahí, sólo tiene cabida el campo de la fe. El cómo de la supervivencia del alma, es absolutamente personal.
Me gusta pensar en un más allá esperanzador. Sin tiempo ni espacio, sin dolor y sin hambre. Formando parte de la naturaleza en estado puro, y a poder ser, con conciencia para disfrutarlo.
¡FELIZ NAVIDAD!.
ResponderEliminarSi en este mundo no hubiera tanto egoismo, no existiría el hambre.
Dios creó a la Madre tierra con recursos para alimentar a todos.
Te deseo de corazón que el Año nuevo te venga lleno de PAZ, AMOR, SALUD Y ARMONIA.
Besos, Montserrat
Gracias Montse, te deseo lo mismo para tí. Un Beso grande.
ResponderEliminarLiberar la mente a pensamientos positivos, ese ya es un buen principio, no sabemos que hay después, pero si lo que tenemos hoy, para cuidar y enriquecer.
ResponderEliminarFelicidades!
Un abrazo!
Gracias Cecy, me alegro mucho de tu comentario. Besos.
ResponderEliminar"Y a poder ser, con conciencia para disfrutarlo".
ResponderEliminarAhí está el quid de la cuestión. Me atraen todas las creencias, pero cuando me dicen que después de la muerte seré "energía" sin cuerpo, éter flotante, que formaré parte de las flores, el aire, patatín patatán, se me queda una sensación de vacío y un pensamiento molesto: "y eso a mí ¿de qué me sirve?... sin conciencia" También la idea de la transmigración de las almas es atractiva, o lo sería, si en cada reencarnación fuéramos capaces de recordar nuestra vida anterior, recordar nuestros errores para no volver a cometerlos, recordar nuestras tristezas para, por comparación, ser más felices... Por el eso el budismo, aunque me gusta, no me acaba de convencer. En fin, perdona tanto rollo :-) Me gusta tu blog también. Te dejo para terminar una reflexión de Sócrates que me encanta. Un beso grandote y felices fiestas :-) La vida "es" bella, no lo dudes. Y la muerte, quién sabe, también.
"El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo la teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males".
Estamos de acuerdo en el quid Ana. No es rollo, me gusta tu reflexión y tu tiempo empleado, me emociona. Preciosa reflexión de Sócrates. Muchos besos guapa.
ResponderEliminarLa muerte es la condena que sufrimos desde que nacemos, pero conviene no darle vueltas a esta señora negra para poder vivir como si fuéramos eternos.
ResponderEliminarEn cualquier caso, mientras nosotros somos, ella no es; cuando ella es, nosotros ya no somos.
Un abrazo y feliz Navidad.
No hay más allá. Solo más acá.
ResponderEliminarBesos.
Campanilla, no te preocupes, es que soy un coche averido, son cosas de la tensión, demasiado baja, cuando terminen estos dias tan bonitos, mi médico vuelve y me dirá que tomar y pasos a seguir. Ahora te leo, y muchas gracias.
ResponderEliminarbesosssssssssss
Campanilla, tu texto coincide con mi manera de pensar y pasar la vida...
ResponderEliminarEspero hayas tenido unos días lindos y todavía quedan, y además podemos hacerlos perennes.
un inmenso abrazo, Campanilla.
maite
Mejor,como dices, pensar en lo que hoy tenemos entre manos, que ya es suficiente. Gracias Isabel. Felicidades.
ResponderEliminarMaite, que alegría saber de tí y especialmente, que tu pérdida de conocimiento sólo fue por la tensión. Espero que se te pase pronto y si te sirve de consuelo, las averías nos van llegando a todos los que pasamos de los taitantos. Besos y cuídate mucho. Hasta pronto.
ResponderEliminarPedro, veo que eres de los que dicen "Esto es todo amigos"... A mi me parece una actitud más ante la vida, pero muy valiente, eso sí. Saludos.
ResponderEliminarYo no pienso en el más allá, pienso que aquí está todo, lo bueno y lo malo, por eso intento vivir con el aquí y el ahora, como mucho seré un recuerdo en alguna gente cuando ya no esté. Pero bueno, me gusta imaginar de forma literaria otras dimensiones extracorporeas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tenemos una inquietud que nos hace buscar el infinito.
ResponderEliminarCuando tengamos el Amor de frente ya no buscaremos más.
No sabemos del más allá, no entendemos la eternidad. Eso no quiere decir que no exista.
Hola Encarni, yo me siento más arropada por la idea de que aquí no termina todo, cobardía, supongo. Besos.
ResponderEliminarHola Fran, hay tantos misterios que tal vez nunca comprendamos... Ojala, el Amor de frente, sea nuestro más allá. Saludos.
ResponderEliminarGracias por leerme, Campanilla, ¿ves? El cuerpo
ResponderEliminares como el barro pero el fabricante le dió su toque y nos entendemos sin vernos, sin tocarnos,
y nos queremos y el querer nos hace grandes, y
esa grandeza del querer nos enciende los ojos al
infinito, al bien, al amor....¡¡y cómo nos queremos cuando la limpieza interior nos aparta
de nuestro sostén transitorio, el barro y sin dejarlo!! Oh hermanita soy un pobre viejo que ha pasado por todos los charcos y entiendo sin entender que mi "fabricante" me hizo por amor por un amor infinito porque la pieza que sostiene a mi pensamiento con ser barro caduco es algo aún no descubierto del todo por la infinita sabiduría en su estructura y en su esencia...Perdona mi locura, pero te quiero... FILIZ todo para tí, hasta la luego´
Un beso.
Framcisco, ccon barro se puden hacer muchas cosas, desde un humilde botijo, hasta la más bella escultura....Tu barro tiene esa calidad innata de lo bueno y esa experiencia de los años vividos. Te deso lo mejorcísimo, hoy y siempre.Besitos a tu nieto.
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